El profesorado de niños superdoatdos

25.04.2011 22:41

 

El profesorado de niños superdotados.

 
El profesor/a cobra una gran importancia. A medida que crece estos alumnos/as, mas conocimientos y más experiencias tienen, necesitando mayores competencias de los profesores responsables de su entrenamiento. Dependiendo el desarrollo del talento de estos alumnos/as, del comportamiento de tales docentes en cuestiones como: su valoración de la creatividad y capacidad de crear ambientes idóneos; de la tolerancia y apertura a nuevas situaciones; del modelo flexible del currículum; de su capacidad para despertar intereses y motivaciones; del cultivo de la curiosidad y la capacidad de investigación; de la capacidad para desarrollar en el aula un clima de tolerancia, respeto y valoración incondicional del niño/a.
Rayo Lombardo, 1997, nos da una serie de recomendaciones para algunas posturas a evitar, por parte de los docentes: la carrera para lograr resultados brillantes; la petición de conformismo; la represión de la curiosidad; la acentuación del rol sexual; y la separación neta entre trabajo y juego.
 
Además de la necesaria formación permanente, inexcusable, la utilización de la metodología por parte de los docentes, tiene especial relevancia: a) la coordinación del profesorado y la necesidad de mantener una línea de actuación coherente y continua en lo metodológico; b) potenciar la participación activa e incrementar la motivación; c) la comunicación e interacción con el alumnado en un clima de respeto y tolerancia; d) la flexibilidad en los planteamientos y en la planificación que permitan cambiar elementos como los espacios, tiempos, agrupamientos y contenidos; e) la diversificación de contenidos y actividades, adecuado a los diferentes ritmos de aprendizajes; y f) el modo de agrupamiento, equilibrando el trabajo individual con el pequeño o gran grupo.
En cuanto a las adaptaciones curriculares individualizadas, parten de la aceptación de dos supuestos. El primero de ellos referido a la apuesta y confianza de que las necesidades que presenta estos niños/as pueden ser satisfechas en gran medida dentro de su entorno habitual.
Apostando por el enriquecimiento, referido tanto al modelo organizativo o de provisión de servicios como al contenido y organización del currículo. Con el objetivo de ofrecer aprendizajes más ricos y variados modificando en profundidad y extensión el contenido del currículum así como la metodología a emplear en la enseñanza. Siendo el modelo de más aceptación.
En segundo lugar, se señala la existencia de una diversidad entre el alumnado en términos de capacidades, intereses y motivaciones para aprender. Lo que implica que la enseñanza tiene que ser diversa, requiriendo del profesorado el esfuerzo de adaptar los medios a su alcance, con el fin de ajustarse a las necesidades de sus alumnos y alumnas.
La adaptación curricular individual trata de dar respuesta a la difícil tarea de buscar el equilibrio entre lo que debe ser igual para todos los alumnos y alumnas y lo que debe ser individual para cada cual. Es por tanto, y sobre todo, una estrategia de planificación y actuación docente, y en ese sentido un proceso para tratar de responder a las necesidades educativas de cada alumno y alumna.
Las adaptaciones al qué enseñar afectan a los objetivos y contenidos. Se considera conveniente no eliminar ningún objetivo de etapa, únicamente en los de área cabe la posibilidad de priorizarlos o enriquecerlos. En cuanto a los contenidos, se dirige a la ampliación, con la intención de complementar los que en principio están previstos para la mayoría del alumnado. Con la intención, no sólo de profundizar, también que los alumnos/as pongan en juego procesos cognitivos complejos, el pensamiento creativo y divergente, y que adquieran autonomía en el proceso de aprendizaje.
Siguiendo a García Ganuza, las adaptaciones curriculares en el qué enseñar pueden realizarse en tres vertientes: a) desarrollar en profundidad y extensión los contenidos del currículo, desarrollando en profundidad, con interdisciplinariedad los bloques de contenidos; b) incluir en el currículo ordinario técnicas y actuaciones específicas, consistiendo en la introducción de contenidos procedimentales y actitudinales, así como métodos, técnicas y estrategias metodológicas; y c) introducir nuevos contenidos en respuesta a los intereses del alumno/a, incluyendo actividades que apenas guarden relación con los programados, pero que interesen altamente a estos alumnos y alumnas.  
En cuanto a la acción tutorial, en cuanto a la atención de este alumnado, puede requerir actuaciones específicas, como: a) “enseñarles a ser persona y convivir”, logrando un nivel óptimo de funcionamiento de la dinámica del grupo, agrupamiento que favorezcan la convivencia e integración entres niños y niñas de distintas capacidades, cuidando los efectos de las actitudes propias de los tutores; b) “enseñar a pensar”, recogiendo el objetivo de favorecer el aprendizaje autónomo, enseñando estrategias para la búsqueda de información, para asimilar la información, resolución de problemas, …; y  c) “enseñar a decidir”, teniendo en cuenta las expectativas y la multipotencialidad, es decir como destacan en distintas áreas y abren diversas expectativas a profesores y familias en su futuro académico y profesional
Enlazando con la acción tutorial, siendo uno de los pilares que se asienta ésta, la colaboración con las familias, no sólo consiste en informar a las familias, han de  participar, manteniéndoles informados sobre las adaptaciones curriculares que se precisen, integrarles en el proceso de identificación, ayudando a definir las áreas de interés de sus hijos e hijas. Compartiendo el resultado de las evaluaciones, informando de los progresos, invitándoles en actividades enriquecedoras y pedirles su opinión y apoyo en lo que se esté haciendo. Siendo conveniente su formación, para aceptar y que sea aceptado el niño o la niña tal como son, no perdiendo su insaciable curiosidad, recoducción sus autoexigencias excesivas, en algunos casos, hacia niveles realistas de estos alumnos/as.
En cuanto al papel del Equipo especializado o/y Departamento de Orientación, en todo caso y al Orientador/a de referencia, debe realizar la evaluación psicopedagógica y delimitar sus necesidades educativas especiales; elaborar el informe psicopedagógico que acompañará a la solicitud de flexibilización, en caso de considerar esta medida; asesorar al profesorado en la elaboración de las adaptaciones curriculares; informando al equipo educativo y tutor/a sobre las características de este tipo de alumnos/as; colaborando con el tutor/a en el asesoramiento a la familia; e intervenir con el alumno o la alumna concreto cuando las necesidades del caso así lo requieran.
 
Disponible en : www.pedagogiasuperdotados.blogspot.com